Corregir un cuadro ya pintado siempre es un problema pero, cuando es
preciso hacerlo, es mejor pensar un poco el cómo y no pintar
directamente encima. Si hemos cambiado de opinión o nos hemos dado
cuenta de un error en la imagen, debemos aceptar en principio que “la
hemos cagado”., así dicho finamente…
El caso es que muchas veces merecerá la pena empezar de nuevo porque
corregir una parte es como una “violación incómoda” para el soporte. Es
duro de aceptar pero … una cosa es añadir y otra suprimir algo donde
queremos añadir otra cosa. Aquello suprimido siempre deja una huella y
forma parte de la obra.
Con este pesimismo, sin embargo, me atrevo a inventar algunos consejos para corregir las pinturas.
Corregir errores en la pintura al ÓLEO
Corregir óleo ya seco
Cuando tenemos una pintura al óleo ya seca y deseamos cambiar una
parte, podemos lijar o rascar la pintura con una lija o similar de modo
que poco a poco extraemos la capa de pintura seca. Esto se debe hacer
con mucho cuidado sobretodo si el soporte es una tela. La lija fina de
madera puede ser más útil puesto que lija mucho y su grano es fino.
Después hay que igualar la superficie del lienzo con el resto de la
pintura. Así podremos añadir una capa de pintura con lo deseado. Y con
mucho cuidado integrarla al conjunto.
Si no hacemos el lijado y pintamos encima directamente, las capas de pintura que se queden abajo formarán parte de la imagen.
El artista debe considerar si esta capa de pintura debajo será molesta o no será casi percibida.
El problema de pintar encima consiste en que el soporte ya ha recibido
un volumen de pintura y una textura de pincelada. Aunque cambiemos un
color, el espesor de la pintura de abajo y su textura se apreciarán.
Corregir óleo húmedo que aún no ha secado
Se puede disolver con esencia de trementina o aceite de lino y
retirar la pintura con trapos o pinceles. Es posible recuperar el
espacio rápidamente y volver a pintar encima. Mientras la pintura al
óleo no se haya secado mucho se podrá humedecer así incluso con
evaporizador o spray (relleno del disolvente) . Según cómo sea el cuadro
y la zona donde hay que retirar pintura, se puede colocar el cuadro en
una mesa y horizontalmente de modo que, al disolver la pintura, no caiga
hacia abajo y afecte a otras zonas inferiores.
Corregir errores en la pintura ACRÍLICA o GOUCHE
Los acrílicos son un paso intermedio entre la gran capacidad de
corrección del óleo húmedo y la imposibilidad de la acuarela (que se
seca al instante sobre un papel).
El acrílico mojado se puede retirar igualmente con un trapo limpio. Pero
su secado es más rápido que el óleo y cuando ya está seco, hay que
rascarlo o lijarlo. Si se pinta sobre el acrílico seco se notará
especialmente porque esta pintura posee mucha transparencia.
Para hacer que un color se vuelva más opaco hay que añadir blanco o
negro, lo que hace que quede perdido el color. Se puede hacer esto para
aplicar el tono y después añadir una veladura (transparente) con el
color puro.
Corregir errores en la ACUARELA
En mi opinión es imposible corregir una acuarela, excepto cuando el
error es leve. Tanto si se una lejía como un papel absorbente para
retirar el color… se notará. La acuarela es especialmente sensible a
cualquier retoque o corrección puesto que su soporte es el papel. Su
arte se basa en la calidad de la pincelada hecha a la primera.
Si la obra es más libre que una representación, siempre se puede oscurecer la zona afectada por una mancha o error pictórico.
Como remedio desesperado se puede hacer un cambio a Gouche o temperas
(pinturas que tiene una base de color blanco y que si permiten tapar
colores). Pero con ello se cambia de técnica, asi que… ¡Qué Dios te
salve!
Más vale prevenir que curar
Todo el problema de la corrección de obras radica en que una pintura
se realiza globalmente. Todas sus partes están unidas desde el principio
y la pintura va creciendo con las aplicaciones que hace el artista.
Este conjunto madura unido hasta su finalización. Es como la vida del
cuadro: Nace, crece, se desarrolla y cuando el artista lo da por
terminado, muere dejando un brillante reflejo de lo que es y será
eternamente. Corregir o borrar es querer volver atrás en el tiempo, es
querer educar a un adulto que de niño fue malcriado… se puede pero, ¡que
duro y difícil nos va a ser! De verdad, el cuadro es como un hijo… si
cuando ya es mayorcito quieres reformarlo acabará revelándose contra ti y
deformándose para tu mayor disgusto.
Más vale prevenir que curar, dice el dicho… en nuestro caso, como
creadores, más vale prepararse bien antes de empezar a pintar que tener
que corregir nuestros errores impulsivos después. Y a la hora de
corregir hay que analizar priemero las posibles soluciones en vez de
pintar encima directamente.
Y una última cosa, no hay que tener miedo a equivocarse porque todas
las equivocaciones en esta vida, nos encaminan hacia el acierto final.
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